lunes, 21 de noviembre de 2011

Los desafíos de Mariano Rajoy como nuevo Presidente del gobierno español

Tras su aplastante e histórica victoria en las elecciones generales en España, al conseguir 187 escaños en el Parlamento, el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, manifestó que los españoles "mediante su voto han decidido otorgar al PP su confianza para gobernar". Rajoy, desde la sede de su partido en la calle Génova, en Madrid, dijo que había recibido el llamado de felicitaciones del Presidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero y dijo que el honor de haber ganado las elecciones "nos obliga a la humildad y al compromiso". "Desde este primer momento estoy plenamente decidido a ser el presidente de todos. Queremos devolver a los españoles el orgullo de serlo. No tendré más enemigos que el paro, el déficit, la deuda", precisó en un discurso conciliador. Debido a esto, al nuevo Gobierno le esperan diversas asignaturas pendientes, no solo en el aspecto político sino, sobre todo, en el campo económico. Lea un listado de 10 temas a superar, según el diario ABC de España. 1. Reforma laboral y del empleo: En España hay aproximadamente 4.978.300 desempleados. 2. Política fiscal e impositiva: Se esperan cambios, como un eventual aumento del IVA y de los impuestos especiales como los que gravan el tabaco y el alcohol. 3. Sanear la banca: Bancos y cajas encuentran aún difícil financiación. 4. Ordenar las cuentas públicas: Se deberá hacer un fuerte ajuste del gasto público y una profunda reforma de las administraciones. 5. Recomponer la política exterior: urge tener más protagonismo en Europa. 6. Regeneración institucional: Las instituciones públicas deben ser más austeras, eficaces y transparentes. 7. Educación: Según informes, los estudiantes españoles se encuentran a la cola de Europa en conocimientos y a la cabeza en fracaso escolar. 8. Agilizar y despolitizar la Justicia 9. Gestionar el fin definitivo de ETA 10. Rearme moral y anímico de la sociedad Respecto al complejo escenario económico que vive su país, Rajoy dijo que espera "devolver a los españoles el orgullo de serlo"."La nuestra es una gran nación", "no habrá sectarismos". Sin embargo, para conseguir este objetivo pidió un esfuerzo común. "Vamos a gobernar en la más delicada coyuntura en 30 años". Tras el término de su conferencia de prensa, una multitud de adherentes estalló en júbilo en la calle Génova y Rajoy salió al balcón a saludar. Agradeció a sus partidarios. "Han sido años difíciles, pero gracias a ustedes y a mi partido, hoy estamos aquí y tenemos una mayoría muy importante". "Queremos ser grandes dentro de nuevo más grande espacio de integración, la Unión Europea (...) No va a haber milagros, no los hemos prometido. Cuando se hacen bien las cosas los resultados llegan. Les invito a todos a compartir esa confianza", apuntó. Mis enemigos serán el desempleo y la crisis, asegura Mariano Rajoy, tras la victoria del Partido Popular.
La España que recibe Rajoy
El aplastante triunfo de Mariano Rajoy, del Partido Popular (PP), reconocido y confirmado en la noche del domingo 20 de noviembre, ha ocurrido dentro de un contexto donde los compromisos económicos contraídos con la Unión Europa, han puesto en un real peligro de desbarrancarse las esperanzas de prosperidad con las que España había comenzado el nuevo siglo. Esto se puede ver en las cifras financieras de España. Un botón de muestra del estado de las finanzas españolas es el tercer trimestre de lo que va del año, la economía española se ha estancado. Junto a ello, la desocupación ha llegado al 21,52% de la población económicamente activa, es decir, casi 5,000,000 de personas sin trabajo. Otro dato de la crisis, es el hecho de que la inflación interanual española alcanza al 3% anual y el déficit público ha llegado al menos al 8% del Producto Bruto Interno. Para poder enfrentar la crisis, en este año se implementaron dos paquetes de ajuste fiscal, los cuales no han podido atajar la sensación de derrumbe de las finanzas españolas. Como resultado de la crisis, el Gobierno español sufrió un incremento en su deuda a través del alza de tasas de interés y pidió ayuda a sus socios europeos pero no solicitando ningún rescate como en el caso de Irlanda, Grecia y Portugal. Pese a esto, la crisis se venía venir y un excelente indicador de las finanzas es el porcentaje de desempleados. En el 2008 la tasa de desempleo era de un 11%; en el 2009, ya había trepado a un 18%; y hacia fines de 2010 escaló hasta un 20% para llegar al casi 22% actual. Pero las medidas no fueron suficientes, en abril de 2011 el gobierno de Zapatero anunció una fuerte reducción del gasto público para estabilizar las finanzas públicas, recortando unos 19.100 millones de dólares, siguiendo el consejo del Fondo Monetario Internacional y los Estados Unidos. Como era de esperar, las medidas para reducir el gasto público fueron impopulares e hicieron caer la imagen positiva del gobierno a niveles nunca vistos de desaprobación. En mayo, el parlamento aprobó rebajas salariales para más de 2,6 millones de empleados públicos junto con la eliminación de un régimen transitorio de jubilación acompañado de una fuerte reducción de la inversión pública y la suspensión de los programas sociales. Como consecuencia, la oposición ganó comicios locales y surgieron de manera espontánea grupos de manifestantes llamados “indignados” cobraron notoriedad mundial. Un ejemplo fue el movimiento “Democracia Real Ya!” dejó claro que estaban decepcionados por el actual sistema político del país, al ser los sectores más jóvenes de la población de los afectado por la falta de empleo. La imagen en el gobierno socialista de Zapatero fue dañada notablemente. Uno de los mayores muestras fue el polémico editorial “Final de Ciclo” del influyente diario El País llamando a Zapatero a “abandonar el poder cuanto antes” a modo de “un último servicio a su país”.

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