lunes, 6 de junio de 2011
Ollanta Humala promete construir un Perú para todos luego de su triunfo en las elecciones presidenciales
Nadie, a inicios de esta campaña presidencial, en diciembre pasado, apostaba un sol por la candidatura de Ollanta Humala, a excepción de sus militantes. Seis meses después, el líder nacionalista es el virtual presidente electo del Perú y el respaldo que recibió ayer en las urnas no es producto del voto antisistema, como lo sostienen sus críticos, sino de una estrategia que incluyó la moderación de su discurso y reunir a su alrededor tras la primera vuelta, a diferentes fuerzas políticas e intelectuales. Según los últimos reportes de la ONPE, al 97,70%, Ollanta Humala tiene 51,558% y Keiko Fujimori 48,442%.
Tras una muy disputada campaña, nuestro país vivió ayer una jornada democrática que convocó a 19 millones 949 mil 915 electores peruanos, tanto a nivel nacional como en el extranjero.
Los dos candidatos presidenciales Ollanta Humala y Keiko Fujimori comenzaron el día con los tradicionales desayunos familiares.
Repitiendo lo hecho durante la primera vuelta, Humala salió a trotar por los alrededores de su casa en Surco, poniendo a correr a los periodistas locales e internacionales que estaban al acecho del líder nacionalista.
En breves declaraciones a RPP Noticias, el aspirante presidencial instó a los peruanos a “votar con esperanza y sin miedo”. También pidió no olvidar el pasado, en alusión a la candidatura de su adversaria Keiko Fujimori.
Por su parte, la lideresa de Fuerza 2011 degustó de un desayuno “de las tres regiones”, acompañada de su hija Kaori, su esposo Mark Vito Villanella; además de sus hermanos Kenji y Sachi. Atención especial despertó la presencia de Susana Higuchi en la surtida mesa.
La jornada electoral recién se iniciaba, pero Keiko Fujimori ya pedía a sus simpatizantes esperar "con mucha prudencia" los resultados del balotaje.
Poniendo el tono serio, condenó el ataque terrorista ocurrido la noche del sábado en el Cusco, en el que fallecieron los efectivos militares, a cuyas familias envió sus condolencias.
Tras el acto protocolar de los desayunos electorales, los dos adversarios por la Presidencia del Perú acudieron a sus respectivos locales de votación. Fujimori sufragó en el colegio Manuel Polo Jiménez, en Surco, y Humala hizo lo propio en la Universidad Ricardo Palma, también ubicada en Surco.
Fujimori tras emitir su voto, escuetamente prometió un “gobierno de unidad y reconciliación”.
En tanto, Humala se retiró de su local de votación sin declarar a la prensa y con premura partió acompañado de su esposa Nadine Heredia, quien ha dado apoyo decidido a su postulación.
La primera parte de la agenda de los dos candidatos estaba cubierta, y tras ello los dos se dirigieron a dos conocidos hoteles de la capital.
Keiko Fujimori partió al Hotel Bolívar, en el Centro de Lima, mientras que Ollanta Humala enrumbó al Hotel Los Delfines, en Miraflores.
Por parte de la candidata hubo silencio hasta llegada las nueve de la noche, en que los primeros resultados a boca de urna y el posterior conteo rápido de las empresas encuestadoras y de la Asociación Civil Transparencia daban como virtual ganador a su adversario.
Desde el Hotel Bolívar, Fujimori Higuchi pidió a sus militantes y simpatizantes “esperar con responsabilidad y prudencia” los resultados oficiales de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), aunque dijo que "los ánimos se incrementaron conforme las diferencias se fueron reduciendo", en referencia a los primeros conteos rápidos.
Antes de terminar su alocución aseguró que reconocerá la voluntad del pueblo peruano.
Pasadas las 10 y 15 de la noche, la ONPE lanzó su primer informe oficial al 78% confirmando como virtual presidente electo a Humala Tasso, con 50.087% de los votos válidos, frente a Fujimori Higuchi que alcanzaba el 49.913% del conteo inicial.
Estos ajustados resultados provocaron estupor en “Gana Perú” originando que Ollanta Humala no se pronunciara sobre estos resultados hasta pasadas las 11 de la noche.
"El resultado electoral indica, tanto el conteo rápido, como las informaciones brindadas por la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) que hemos ganado las elecciones", dijo con semblante feliz. "El pueblo peruano ha emitido su veredicto, sin miedo, con tranquilidad. Les agradezco su acto de civismo que honra la democracia".
El virtual presidente prometió dar continuidad y consolidar el crecimiento económico y formar un gobierno de concertación nacional. "Sí podemos construir un Perú para todos, más justo y menos desigual". Seguidamente, se dirigió a la Plaza 2 de mayo, donde una multitud lo aguardaba desde el cierre de los colegios electorales.
Antes de que Humala compareciera en público, el portavoz de 'Gana Perú', Daniel Abugattas, se dirigió a las miles de personas congregadas para festejar el triunfo. "He venido por orden expresa de Ollanta, porque se ha retrasado el conteo", dijo Abugattas a la multitud. "No hay fraude de por medio", dijo para tranquilizar a los congregados. Explicó que el conteo era sólo de algunas ciudades del país y que faltaba el voto rural. "No hay forma de que nos vayan a voltear los resultados", dijo para después corear "Fujimori nunca más".
Keiko, agradecida a sus votantes
Keiko Fujimori compareció ante la prensa en el emblemático Hotel Bolívar del centro de Lima. Agradeció los votos de casi la mitad del país pero no se pronunció sobre las cifras de los primeros resultados oficiales. "Una vez conocidos los resultados oficiales me pronunciaré como debe ser", dijo a los medios después de expresar su "satisfacción" porque el margen de distancia entre ella y su rival se había reducido en el conteo rápido.
Ningún integrante de Fuerza 2011, el partido fujimorista, aceptó dar declaraciones a la prensa sobre los resultados y permanecieron en ese hermetismo hasta el fin de la jornada.
Festejos en las calles
Miles de personas celebraron anticipadamente el triunfo de Humala desde el cierre de los centros de votación en las Plazas de Armas de las principales ciudades del país. Al grito de "¡Sí se puede!" y "¡Ollanta corazón!" esperaron durante horas los resultados del escrutinio oficial, que se retrasó hasta las 10 de la noche.
La alegría y la esperanza de las calles contrastaron este domingo con los mensajes de desconfianza vertidos por economistas, analistas, y políticos de la derecha democrática en los canales de televisión nacional.
El gobierno se sumó al mensaje pesimista. El Ministro de Economía, Ismael Benavides, aseguró tras conocer el flash electoral sobre el triunfo de Humala que existe un plan de contingencia en el caso de que los mercados caigan como reacción a su triunfo.
Quien sí se pronunció fue Félix Jiménez, autor del plan de gobierno de Gana Perú. Dio un mensaje de tranquilidad al país y pidió al Banco Central de Reserva "frenar ataques especulativos" para no afectar a la economía.
Para apaciguar los ánimos del casi 50% que no votó por Humala, aseguró que mantendrán la economía de mercado, el crecimiento económico y trabajarán para la inclusión social.
A los mensajes tranquilizadores se unió Daniel Abugattas, vocero del partido de Humala, 'Gana Perú'. Abugattas prometió que uno de los anuncios que hará Humala será decir quién será su Primer Ministro y su Ministro de Economía. "Es una práctica común y el país lo exige, la economía lo exige, los mercados nacionales lo exigen y Gana Perú responderá a la altura de las circunstancias".
Ollanta Humala se presentó a las elecciones con su 'Gran Transformación' bajo el brazo, un plan de gobierno de casi 200 páginas en las que defendía una nueva Constitución que deje atrás la del 93, promulgada por Fujimori padre tras el autogolpe, y una "economía nacional de mercado" que potencie las PYMES y la producción nacional. También la renegociación de los tratados de libre comercio, impuestos a las sobre ganancias mineras, una reforma tributaria e importantes programas sociales para reducir la desigualdad.
Después de la segunda vuelta, en la que obtuvo el 31% de los votos, recibió el apoyo de Mario Vargas Llosa y los técnicos del partido de Alejandro Toledo. Comenzó entonces el trabajo de convencer a las clases medias de la moderación de su discurso. Para ello, elaboró una nueva hoja de ruta económica, en la que renunció a una Asamblea Constituyente y se comprometió a mantener el crecimiento. Una semana más tarde, con Biblia en mano, juró ante Mario Vargas Llosa y decenas de intelectuales que respetaría la democracia, la libertad de expresión y la Constitución.
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