miércoles, 22 de junio de 2011
Conflictos sociales en Puno y Huancavelica demuestran la incapacidad del gobierno para resolverlos
Las protestas del pueblo aymara encabezadas por su líder Walter Aduviri contra las concesiones mineras y las recientes manifestaciones en Huancavelica en contra de la creación de la Universidad de Tayacaja donde la turba enardecida quemó las instalaciones del Gobierno Regional son las bombas de tiempo que el gobierno aprista se muestra indiferente en solucionar a 36 días de dejar el poder a Ollanta Humala.
El líder aymara, Walter Aduviri Calizaya se atrincheró la semana pasada en el local de Panamericana Televisión para evitar ser capturado por la policía. Aduviri es acusado por el delito contra la tranquilidad pública luego de los actos vandálicos que se suscitaron el pasado 26 de mayo en la ciudad de Puno. Aduviri se refugió por más de 30 horas en las instalaciones de dicha casa televisora, denunciando que a los líderes aymaras los “quieren juzgar como a delincuentes comunes”. ¿Por qué se llegó a esta situación? ¿Qué lecciones deja el caso del líder Aduviri?
En primer lugar, la situación vivida por este líder aymara se da en un contexto de convulsión social en el departamento de Puno, donde parte de la población aymara viene protestando por el crecimiento acelerado de las concesiones mineras. En ese sentido, los aymaras exigen un proceso de ordenamiento territorial y la cancelación de las actividades mineras en algunas zonas de Puno. Sin embargo, un mes después de iniciadas las protestas, el proceso de diálogo entre el Gobierno y los dirigentes aymaras se ha paralizado. De esta manera, el gobierno de Alan García demuestra nuevamente su incapacidad para resolver este tipo de conflictos sociales, los que ante todo requieren de saber escuchar y consultar.
En segundo lugar, se vuelve a recurrir al método más usado por este gobierno para contener los conflictos sociales: la persecución de los líderes indígenas y su tratamiento como radicales cuya posición responde a intereses políticos sectarios. De esta manera, la criminalización de la protesta social se convierte en una forma de controlar el descontento social, empleando cada vez más la legislación penal para enfrentar dicha inconformidad y no tomar en cuenta las aspiraciones en materia de justicia social, de democracia y de igualdad. Por esto, la primera pregunta para entender la situación del líder Aduviri no debería ser ¿qué corona tiene para poner en jaque el principio de autoridad?, sino, ¿por qué se ha llegado a un estado de intolerancia dónde las instituciones ya no permiten canalizar los intereses ciudadanos?
En tercer lugar, consideramos que todo conflicto social debe ser canalizado a través del diálogo y resolverse por los medios legales correspondientes. En ese sentido, la posición de Walter Aduviri, por momentos amenazante, pues habría dicho que si lo capturan la situación en Puno podría estallar, también es criticable porque la intransigencia cierra cualquier vía para el diálogo y, más bien, fomenta una salida violenta.
Por último, las regiones más “calientes” del país, entre ellas Puno, Ayacucho, Cusco, Ancash, Cajamarca, entre otros, votaron mayoritariamente apoyando la alternativa de gobierno que propone Ollanta Humala, donde su propuesta de cómo resolver los conflictos fue un punto a su favor durante la campaña electoral. El presidente Alan García deja sobre la mesa 142 conflictos activos, según el último reporte de la Defensoría del Pueblo. Vaya preparándose, Presidente Ollanta, porque los conflictos sociales no darán mucha tregua a su gobierno.
Violentas manifestaciones en Huancavelica por la creación de la Universidad de Tayacaja
Un joven peruano murió este martes y al menos 20 personas resultaron heridas durante los enfrentamientos registrados en la región de Huancavelica en el marco de una huelga indefinida contra la creación de una nueva universidad en la zona que funcionaría en la sede de otra casa de estudios superior.
Según informó a Radio Programas del Perú (RPP) el representante de la Defensoría del Pueblo en dicha región, Abel Chiroque, el fallecido fue identificado como un universitario de 23 años de edad, quien recibió el impacto de perdigones durante la jornada de protesta, que incluyó enfrentamientos con la policía y la quema de unas oficinas del Gobierno regional.
Los universitarios, secundados por varias organizaciones civiles regionales, mantienen desde el pasado 14 de junio una huelga indefinida en rechazo a la ley que crea la Universidad Nacional Autónoma de Tayacaja.
Según esta ley, la nueva universidad comenzaría a operar en una sede distrital de la Universidad Nacional de Huancavelica, algo que los manifestantes consideran que perjudicaría a este centro educativo al perder recursos tanto económicos como logísticos.
Tras varios días en los que se registraron esporádicos choques entre los manifestantes y las fuerzas del orden, los enfrentamientos crecieron este lunes cuando un grupo de personas lanzó cócteles molotov y piedras las oficinas del Gobierno regional de Huancavelica.
En respuesta, un grupo de policías intervino y disolvió a los manifestantes con gases lacrimógenos y, según algunas versiones de los propios manifestantes, disparos de perdigones.
El representante de la Defensoría del Pueblo en la región pidió calma a los manifestantes, quienes han creado en la Plaza de Armas de Huancavelica su centro de operaciones.
Los conflictos sociales se han triplicado en el período presidencial de Alan García, desde los 70 contabilizados a finales de 2006 hasta los 250 de 2010.
Más de setenta personas han muerto en Perú y más de mil han sido procesadas en las diversas protestas sociales que se han sucedido desde 2006, cuando García accedió a la Presidencia del país por segunda vez, según un informe difundido por la Asociación Pro Derechos Humanos (Aprodeh) en noviembre de 2010.
La jefa del Gabinete ministerial, Rosario Fernández, anunció hoy que el Poder Ejecutivo destinará recursos para implementar la universidad en Tayacaja, y lamentó los actos de violencia ocurridos en Huancavelica, que obedecen a un tema "originado en y por el Congreso”.
Censuró, en ese sentido, las muertes y la destrucción de locales públicos ocurridos durante las protestas de alumnos de la Universidad de Huancavelica, que se oponen a que la creación de la otra casa superior de estudios se haga con parte de sus bienes y recursos.
“Quiero ser muy clara y categórica en mencionar este es tema originado en y por el Congreso de la República, no es un tema del Poder Ejecutivo. Es un proyecto generado por dos congresistas, (José) Saldaña y Miró Ruiz, aprobado en el Congreso, creando esta Universidad de Tayacaja, sobre la base de retirarle bienes y parte de sus recursos a la otra universidad”.
Indicó que como una solución a ese problema, se proveerá a esta nueva universidad de un presupuesto propio, como titular de un pliego y se le va transferir los fondos y recursos necesarios; manteniendo lo propios de la Universidad de Huancavelica.
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